Ubicación privilegiada, vistas espectaculares de la ciudad. Jacuzzi privado ideal para relajarse después de un día explorando. Las escaleras son un poco complicadas, así que ojo con eso. Pero en general, un lugar muy agradable para disfrutar de Lisboa.

El hotel sipuede tener vistas maravillosas, pero la ubicación es decepcionante con esas escaleras infinitas. Además, el spa estaba muy descuidado, con agua verde. Y un detalle importante, esperé un obsequio de bienvenida por tantas molestias, pero parece que eso no es parte del 'servicio premium'. Justo cuando pensaba en dejar una buena reseña, no pude resistirlo.

Tuve una estancia increíble. El desayuno era muy completo y las habitaciones amplias, bien cuidadas, con opciones para todos los gustos. Las vistas desde la terraza son excepcionales y el ambiente es ideal para relajarse después de un día explorando. ¡Carlos fue un gran anfitrión!

Jacuzzi privado, vistas maravillosas, ubicación auténtica

Las escaleras son una pesadilla!!! Subir 70 escalones puede ser un gran problema, especialmente al final del día. No hay aparcamiento en el lugar, tener que caminar 7 minutos con tus maletas es un tanto molesto!!!

Me alojé durante tres noches y la experiencia fue realmente agradable. Las vistas desde la terraza de la sala de desayunos son impresionantes y es un placer comenzar el día con un paisaje tan hermoso. Además, la ubicación es ideal, ya que está muy cerca de la estación de metro de Martim Moniz, lo que facilita el acceso a otros lugares de interés. La amabilidad del personal fue un punto destacado, siempre dispuesto a ayudar.

Sin embargo, el acceso al hotel puede ser complicado, ya que hay que subir bastantes escalones que pueden resultar agotadores después de un día de exploración.

Las escaleras al hotel son un verdadero desafío.

Tuve una estancia agradable, disfruté de unas vistas espectaculares desde el desayuno. Sin embargo, las escaleras para acceder son bastante empinadas y pueden ser un reto, especialmente con equipaje. La piscina y la sauna son un poco pequeñas y no son muy acogedoras.

La experiencia de una joya escondida

Las vistas desde la zona del desayuno son espectaculares, era un placer comenzar el día con ese paisaje. Además, el jacuzzi y la sauna fueron el toque perfecto para relajarnos después de explorar la ciudad.

El acceso al hotel puede ser complicado, especialmente después de un día de caminatas. subir las escaleras puede ser un desafío, y la zona puede parecer un poco sombría por la noche.

escapada ideal para explorar los encantos de lisboa a pie

Mi estancia fue increíble debido a la situación privilegiada del hotel, ya que en menos de 5 minutos caminando se puede llegar al impresionante castillo de san jorge y disfrutar de unas vistas espectaculares desde el miradouro de sao pedro de alcantara, lo que me permitió disfrutar de cada rincón de la ciudad sin perder tiempo en transporte. además, el jacuzzi privado de la habitación fue un excelente añadido para relajarme después de un día explorando, aunque las escaleras hacia el hotel pueden ser un poco complicadas al final del día, pero definitivamente volvería por la experiencia general.

Vistas excelentes desde la terraza.

Las vistas desde la sala de desayunos son impresionantes, realmente un espectáculo que hace que cada desayuno sea especial.

El acceso al hotel es complicado, ya que hay que subir muchas escaleras, lo que puede ser agotador después de un día de exploración.

Las vistas desde la terraza son espectaculares y el jacuzzi en la habitación realmente permite relajarse después de un día explorando. El ambiente del lugar es auténtico y la atención del personal siempre fue amigable y dispuesta a ayudar. Sin embargo, subir las escaleras puede ser complicado y la zona puede parecer un poco sombría por la noche. Aunque las habitaciones son cómodas, la falta de aparcamiento y la distancia para cargar maletas es un inconveniente.

La atención fue increíble, Carlos fue muy cercano y detallista. El spa es genial, puedes usarlo tantas veces como quieras (la piscina con chorros es un plus) y el desayuno es rico con muchas opciones.

No tengo nada de lo que quejarme.